lunes, 21 de marzo de 2016

¡Comprar usado puede salir más caro!

La necesidad de obtener un medio de transporte propio que asegure el traslado de toda la familia, es el sueño de muchas personas, razón por la cual deciden separar una parte del sueldo para conseguirlo. 

Cuando las familias logran tener un ahorro destinado al cumplimiento de ese sueño se enfrentan a un obstáculo más, los créditos de autofinanciamiento, que podrían ser una gran carga a su economía familiar y con la situación económica actual es evidentemente pesada, tanto por el número de pagos que establecen como los intereses que se pactan.

Ante esto muchas familias deciden invertir sus ahorros en algo que supuestamente seria más barato y accesible a sus posibilidades, arriesgan el sacrificio de meses y meses de trabajo a un automóvil usado, sin detenerse a analizar la procedencia del mismo, el precio que establecen los vendedores en ocasiones puede ser muy tentador, aunado a la posibilidad de negociarlo y obtener una rebaja, métodos que resultan “ganchos” que las personas que se dedican a la compraventa de vehículos suelen utilizar, sin embargo, para los inexpertos compradores puede convertirse en una gran pesadilla.

Muchos de los vehículos que se ofertan entre particulares tienen algunos vicios legales, lo cual se oculta por el vendedor todo el tiempo, sumado a esto, la falta de una base de datos actualizada y confiable por parte de las autoridades, permiten hacer de esto un negocio totalmente rentable.

Contrato, Negocio, Documento, Signo, Deal, LegalesEl desconocimiento por parte del comprador por lo que hace a los documentos necesarios para garantizar que la procedencia sea lícita y libre de vicios legales, así como de los mecanismos que brindan las autoridades para su verificación, los hace vulnerables ante tal situación, es por esto que al momento de enfrentarse a los “operativos” utilizados por las autoridades encargadas de brindarnos seguridad, se llevan la gran sorpresa de la verdadera procedencia del vehículo adquirido, toda la ilusión de tener un transporte propio se viene abajo cuando descubres que lo que compraste con tanto esfuerzo no tenía ni la más mínima garantía de provenir de un acto lícito, la mayoría de las ocasiones devienen de un robo con violencia o un fraude, por tal situación al ser el nuevo propietario y poseedor del vehículo, encuadras tú conducta en lo que establece el artículo 243 del Código Penal para el Distrito Federal, delito conocido como Encubrimiento por receptación, ya que como lo describe el código, no es necesario que participes en el hecho delictivo, con la sola posesión del objeto ya es suficiente para que pases una mala noche, lo que puede hacerte acreedor a una pena de entre 2 a 7 años si tu vehículo vale menos de $36,520.00 (de conformidad con el monto del salario mínimo general vigente a partir del 1° de enero del 2016) y de 5 a 10 años si supera la cantidad antes mencionada, además de los días multa que el mismo numeral fija para tal situación, si es que tuvo conocimiento del hecho ilícito, y si no lo tuvo, se le aplicaran las mismas penas señaladas en la proporción correspondiente al delito culposo de conformidad con el numeral 244 de la misma codificación, todo esto sin considerar el pago de honorarios de un abogado y el tiempo que te llevara solucionar este problema.

La compra de un vehículo usado, puede llevarte a una muy mala experiencia si no tienes los conocimientos previos para identificar las medidas de seguridad que pueden determinar la procedencia del mismo y no solo el comprar un automóvil usado puede ser un riesgo para tu seguridad y tu patrimonio, al vender también se debe ser cuidadoso al momento de recibir el pago sobre todo cuando se hace con un cheque. Por lo que se recomienda que antes de comprar verifiques la procedencia del vehículo y si vas a vender esperes el tiempo necesario hasta que el depósito se haga efectivo en tu cuenta bancaria antes de ceder los derechos sobre el automóvil.

En todos estos procedimientos, la asesoría de un abogado como mecanismo de prevención, es lo más recomendable.

Héctor Rocha Belmont 
Auxiliar Jurídico de Asconjur S.C.

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